Las TIC han posibilitado que Internet se haya convertido en un espacio de convivencia donde nos expresamos, comunicamos, exponemos e interaccionamos con otras personas. Esta sociedad virtual, que comenzó de una manera algo anárquica, ha evolucionado hasta llegar a ser un elemento más de nuestra vida cotidiana. Tiene ventajas, como la comunicación sin importar la distancia, o la posibilidad de leer y contestar a un mensaje de manera asíncrona, sin necesidad de que emisor y receptor estén en el mismo espacio al mismo tiempo, pero también encierra peligros: el anonimato esconde a los acosadores y a los pederastas y la información que dejamos sobre webs visitadas, opiniones publicadas o gustos personales, puede ser rastreada y utilizada con fines no éticos.

 

Los ciudadanos de este nuevo mundo tenemos que comportarnos de una manera ética, segura y responsable para que las personas prevalezcan sobre las tecnologías.